Vargas, si la naturaleza se opone...

He estado recordando la Tragedia de Vargas de 1999. Dicen que recordar es vivir, y en este caso eso significa mucho. Nunca hubo cifras oficiales de los fallecidos en el deslave del 15 de diciembre del 99, varían entre 10.000 y 50.000 y, como ven, los números no son nada cercanos.

Lo peor del asunto es que pasados 9 años todavía hay grandes zonas que no han sido rescatadas (como Los Corales) y han permanecido como enormes recordatorios de lo nefasto del asunto. Hay mucho debate sobre qué se debe hacer con estos sitios por el temor de que vuelva a ocurrir algo similar. Lo que si estoy segura es que pasarse por ahí y mirar los restos de edificios y casas en ruinas es de terror.

Siguiendo la experiencia de otros países que han sufrido tragedias naturales o guerras, una de las primeras cosas que deciden los estados es rescatar el lugar, tratando de borrar todo indicio real del hecho, en su lugar colocando algún monumento o hermosos parques o recuperando su actividad normal. Allí está Indonesia, costándole mucho pero lográndolo, después del épico tsunami; allí lo estan haciendo China luego del terremoto de Sichuan: "We want to rebuild and we want to rebuild fast".

En aquella oportunidad, específicamente el 15 de noviembre de 1999, se estaba realizando el referendum consultivo para aprobar la Constitución Bolivariana, el país llevaba días bajo fuertes aguaceros y ya había comenzado el deslave en Vargas, así se le ocurrió al Presidente Chavez citar al Libertador diciéndo "si la naturaleza se opone lucharemos contra ella". La Constitución se aprobó con una abstención que fue de 55,63% (6.041.743 personas) en parte a causa de las lluvías.

Sobre esa frase del Libertador hablaré en otro momento.