Tres Casas para el Soto: un recital de Pop y Rock
Muy diferente y lejos de la histeria que provocan los conciertos, Tres Casas para el Soto fue más bien un recital de Pop, un recital de Rock.
Los recitales suelen ser poco atractivos pero nadie duda de la excelencia y pulcritud de los artístas que se presentan allí, aunque la mayoría de las veces son artístas poco conocidos. Los recitales no son masivos, los organizadores siempre estiman que pueden animar a mucha gente e invitarlos a conocer cosas nuevas, pero mueren en el intento.
Tres Casas para el Soto cumplió con todas las características antes dichas pero ¿cómo vas a decir que se hizo un recital de "Rock" y de "Pop" si los recitales no son para eso???!!! Bueno, pues de la misma manera en que te digo que se realizó un concierto de Rock y de Pop entre las impecables paredes albas del Museo de Arte Moderno Jesús Soto, es más, sobre el techo del perfecto museo ¿Qué iba a pensar Villanueva que montarían ese coroteron con tarima y todo sobre aquella exquisita plataforma?
Pues así fue. Volta, de Puerto Ordaz abrió el espectáculo que ya venía retrasado por la lluvia de la tarde. Una descarga de rock&roll del bueno, refinado y modernizado con su coqueteo electrónico. Volta ha demostrado que "no se quedó en el aparato" y que no se quemaron después de pasar por el Festival de Nuevas Bandas. Al contrario, llegaron al Soto con nuevas canciones y moviendo el esqueleto de los espectadores. Super enérgicos. ... Por ahí viene el disco.
Luego se montó Famasloop, la banda principal de la noche. Había mucha espectativa pues poco se ha oido de ellos en las radios regionales, aparte de un par de canciones, pero sí mucho se había comentado sobre el trabajo electrónico del disco, de su producción músical (que llevó casi 5 años), su producción gráfica e interáctiva. ahh y de las visuales también.
Excelente, incluso -en mi opinión- superaron al disco. (Por eso siempre digo que ver a una banda en vivo es definitivo). Qué alegría que transmiten, qué emoción y qué intimidad. Alaín Gómez es un gran frontman, un tipo que no le tiene miedo al público y busca la participación. Su trabajo vocal también impresiona, es variante y muy creativo, como el resto de la música. Debo destarcar además la voz femenina (pura, con aires ingénuos -nativos/aborigen) y el remate afrolatino de los timbales y congas. Muy bueno, repito, en vivo son otra cosa.
En Fin, una fantástica noche. "Al Maestro (Soto) le habría encantado, estaría sentado en aquella esquina -como siempre- con su botellita" dijo el señor José, un vigilante que lleva los 33 años del museo trabajando allí. Yo creo que sí estuvo ahí.
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